Pinzas acústicas hidrodinámicas: cuando el sonido denuda el óvulo

Óvulo con auriculares escuchando música mientras es denudado con pinzas acústicas en laboratorio de reproducción asistida

Denudar el óvulo, un instante crucial

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En el laboratorio de reproducción asistida, hay un momento silencioso en el que todo se concentra en un único óvulo. Antes de que el espermatozoide pueda unirse a él, hay que retirar suavemente las células que lo envuelven, como si le quitáramos un pequeño abrigo celular. Es un paso que dura segundos, pero que exige años de experiencia para hacerlo bien: demasiado tiempo en contacto con las enzimas y la cubierta del óvulo se debilita; demasiada presión con la pipeta y la integridad del óvulo corre peligro.

Este procedimiento, llamado denudación, es fundamental antes de realizar la microinyección intracitoplasmática (ICSI). Se hace combinando una enzima (hialuronidasa) con movimientos manuales muy finos. Funciona, pero no siempre es igual: cada embriólogo imprime su destreza, y eso hace difícil estandarizar los resultados.

Pinzas acústicas: denudar el ovocito con el poder del sonido

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Ahora, un estudio experimental publicado en Fertility & Sterility Science propone algo distinto: las pinzas acústico-hidrodinámicas (AHTs). Imagina que en vez de tocar el óvulo con una herramienta, es el sonido el que hace el trabajo.

Estas pinzas generan microcorrientes en el líquido mediante ondas acústicas focalizadas. Ese flujo acaricia el óvulo y desprende las células que lo rodean sin contacto físico directo. Es como ver cómo una vibración hace temblar el agua de un vaso, pero a escala microscópica y con una precisión milimétrica.

La técnica no solo limpia: también puede mover y girar el óvulo con exactitud, lo que facilita su examen antes de seguir con el procedimiento.

En pruebas con un modelo animal, las AHTs redujeron un 62 % la cantidad de enzima necesaria (de 40 a 15 IU), acortaron el tiempo de limpieza de 15 a 8 segundos y mantuvieron tasas similares de fertilización, desarrollo embrionario y nacimientos vivos a las del método convencional. Todo sin causar daño térmico ni mecánico detectable.

Promesa en el horizonte

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Por ahora, las pinzas acústicas no se utilizan en clínicas: están en fase experimental y necesitan más estudios con óvulos humanos para demostrar su seguridad, eficacia y viabilidad en entornos reales. Pero el concepto es poderoso: un procedimiento menos agresivo, más rápido y más uniforme, que podría ayudar a que cada óvulo reciba el mismo cuidado exquisito, independientemente de quién lo manipule.

En reproducción asistida, a veces los grandes avances no son visibles desde fuera. No se miden en titulares espectaculares, sino en milímetros y segundos ganados dentro del laboratorio. Y son esos pequeños logros los que, sumados, pueden cambiar el destino de muchas familias.

Autor

Francisco Carrera

Persona | Experto en Comunicación y Divulgación de la Ciencia (UAM) | Embriólogo Clínico certificado (ASEBIR) | Máster en Biología de la Reproducción Humana (IVIC) | Licenciado en Bioanálisis (UCV).

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