Microplásticos en el entorno del óvulo: un hallazgo inquietante
 
			Imagina que cada vez que respiras o comes, pequeñas partículas de plástico, invisibles al ojo humano, se abren camino dentro de tu cuerpo. No es ciencia ficción: los microplásticos están en todas partes.
Y ahora también, según una investigación reciente, en el líquido folicular humano, ese microcosmos íntimo donde madura el óvulo.
Este hallazgo, publicado en la revista Ecotoxicology and Environmental Safety, pone el foco sobre un frente poco explorado pero de enorme importancia: el impacto de los contaminantes ambientales en la fertilidad femenina.
Los microplásticos ya se habían detectado en sangre, placenta, semen, leche materna y tejidos fetales. Pero esta es la primera vez que se observan en el líquido que rodea al óvulo, justo en el momento en que se prepara para ser fecundado.
¿Qué significa esto? ¿Deberíamos preocuparnos? ¿Cómo pueden afectar estas diminutas partículas a la salud reproductiva? ¿Qué asociación pudiera existir entre la presencia de microplásticos y fertilidad?
Vamos por partes.
¿Qué dice el estudio sobre microplásticos en el líquido folicular?
El estudio fue realizado en un centro de reproducción asistida en Salerno (Italia), como parte del proyecto EcoFoodFertility, una iniciativa pionera de biomonitorización ambiental centrada en la salud reproductiva.
Se analizaron muestras de líquido folicular de 18 mujeres que se sometían a tratamientos de fecundación in vitro.
En 14 de ellas (el 77,8 %) se detectaron microplásticos menores de 10 micras. ¿La concentración media? Más de 2.000 partículas por mililitro.
Para que te hagas una idea: una micra es la milésima parte de un milímetro. Estamos hablando de partículas minúsculas capaces de atravesar barreras celulares y llegar hasta el interior del folículo ovárico.
Pero eso no es todo. El estudio también encontró una correlación entre la presencia de microplásticos y los niveles de FSH (hormona foliculoestimulante), un marcador clave de la función ovárica.
Aunque aún es pronto para sacar conclusiones firmes, esta relación sugiere que los microplásticos podrían estar interfiriendo con la fisiología reproductiva.
¿Qué implicaciones tiene para la fertilidad femenina?
El líquido folicular no es un simple “relleno”: es el entorno inmediato donde el óvulo crece, madura y se prepara para ser fecundado.
Cualquier alteración en este entorno —incluida la presencia de partículas contaminantes— podría afectar directamente la calidad ovocitaria, la fertilización e incluso el desarrollo embrionario.
En estudios con animales, los microplásticos han demostrado provocar inflamación, estrés oxidativo, daño celular y alteraciones hormonales.
En humanos, la investigación apenas comienza, pero los datos preliminares invitan a ser prudentes.
La hipótesis más inquietante es que estas partículas, al integrarse en el microambiente ovárico, puedan reducir la capacidad reproductiva de forma silenciosa y acumulativa.
No se trata de generar alarma, pero sí de abrir los ojos ante un nuevo escenario que nos obliga a repensar la relación entre medio ambiente y fertilidad.
¿Y ahora qué? Cuidar el entorno para cuidar la fertilidad
Este descubrimiento pone sobre la mesa una necesidad urgente: investigar más. Comprender si hay una relación causal entre los microplásticos y la función ovárica, conocer sus efectos a largo plazo, y sobre todo, incorporar la perspectiva ambiental en el abordaje de la salud reproductiva.
A nivel individual, aún no hay recomendaciones específicas. Pero todo lo que ayude a reducir nuestra exposición a microplásticos —como evitar envases plásticos innecesarios, no calentar comida en plástico o elegir productos sin microesferas— puede ser un paso en la buena dirección.
Una nueva línea de investigación que no podemos ignorar
La fertilidad femenina, como tantas funciones biológicas complejas, depende de un equilibrio fino. Y ese equilibrio puede verse alterado por factores que antes no imaginábamos.
El hallazgo de microplásticos en el líquido folicular es solo el principio de una historia que, sin duda, seguirá dando que hablar.
En Fertinotas seguiremos muy de cerca esta línea de investigación. Porque entender cómo el entorno nos afecta es también una forma de cuidarnos.
Autor
Francisco Carrera
Persona | Experto en Comunicación y Divulgación de la Ciencia (UAM) | Embriólogo Clínico certificado (ASEBIR) | Máster en Biología de la Reproducción Humana (IVIC) | Licenciado en Bioanálisis (UCV).
