Hipopresivos postparto: cuándo hacerlos y cómo te ayudan a recuperar tu cuerpo
 
			Después de dar a luz, hay un momento —a veces breve, a veces persistente— en el que te das cuenta de que tu cuerpo ya no se mueve como antes.
Que ese centro que antes te sostenía, ahora está blando, incierto. Te agachas diferente. Respiras diferente. A veces hasta te sientes flotando dentro de tu propio cuerpo.
Y no es solo físico. Es emocional. Porque ese cuerpo ha gestado, ha parido, ha sostenido… pero ahora te toca a ti.
Volver a ti no es una urgencia. No es un reto de 30 días. Es un proceso. Y si estás aquí, buscando cómo recuperar fuerza, conexión y estabilidad sin hacer daño, puede que los hipopresivos sean ese primer paso.
Qué son los hipopresivos postparto y cómo funcionan
Puede que te los hayan vendido como “los ejercicios para tener vientre plano”, pero son mucho más que eso.
Los hipopresivos son una forma de trabajar el cuerpo desde el interior, sin forzar, sin impacto, sin hundir el abdomen como si fueras a hacer abdominales clásicos.
Se basan en técnicas de respiración, apnea y postura que activan el abdomen profundo y el suelo pélvico de forma involuntaria. Y sí, suena raro hasta que lo sientes: ese momento en el que abres costillas sin respirar y notas cómo algo “se recoge” dentro de ti. Es tu cuerpo diciendo: “aquí estoy”.
 
			Beneficios de los hipopresivos postparto en la recuperación
Porque tu cuerpo ha cambiado. Y no necesitas volver a como era antes. Necesitas sostenerte otra vez desde dentro. Los hipopresivos no son mágicos, pero sí útiles. Muy útiles. Especialmente cuando:
• Hay diástasis abdominal (separación de los músculos rectos del abdomen).
• Sientes presión en el periné al estar de pie mucho tiempo.
• Te notas “inestable” al moverte.
• Quieres mejorar tu postura sin forzar.
Un ensayo clínico aleatorizado realizado por el equipo de Resende et al. (2019) encontró que los hipopresivos reducen significativamente los síntomas de prolapso en mujeres posparto y mejoran su calidad de vida funcional.
Más allá de los efectos visibles, muchas mujeres hablan de algo más profundo: la sensación de volver a habitar su cuerpo con seguridad.
Cuándo empezar hipopresivos postparto según tu tipo de parto
La tentación de empezar cuanto antes está ahí. Pero con los hipopresivos, como con tantas cosas en el postparto, no hay una fecha mágica. Hay indicaciones generales… y luego estás tú, tu parto y tu cuerpo.
- 
Parto vaginal sin complicaciones: entre las 6 y 8 semanas tras el parto, con revisión médica o fisioterapéutica. 
- 
Cesárea: esperar entre 10 y 12 semanas, asegurando una cicatrización completa. 
En cualquier caso, lo más recomendable es acudir a una valoración individual por parte de una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico, que pueda indicarte si tu cuerpo está listo para este tipo de ejercicio o si conviene empezar por otro camino.
Cómo hacer ejercicios hipopresivos postparto paso a paso
La primera vez puede parecerte extraño. No hay música, no hay saltos, ni sudor. Solo respiración, silencio… y un vacío que activa tu cuerpo sin necesidad de apretarlo.
Una secuencia básica sería:
• Colócate de pie o sentada, con la espalda alargada y los pies firmes en el suelo.
• Respira profundo… y luego suelta todo el aire, hasta vaciarte.
• Aguanta sin volver a inspirar y abre costillas como si tomaras aire, pero sin hacerlo (eso es la apnea).
• Mantén esa “apertura” durante unos segundos. Luego, respira con normalidad.
Ese gesto silencioso —abrir costillas en apnea— activa la musculatura más profunda del abdomen y el suelo pélvico sin presionarlos. Y ahí es donde empieza el trabajo real.
Una revisión sistemática publicada por Carregal-Chedas et al. (2020) concluye que los ejercicios hipopresivos pueden ser una herramienta útil y complementaria en el tratamiento del suelo pélvico y la musculatura abdominal tras el embarazo.
Hipopresivos postparto: errores frecuentes y cómo evitarlos
¿Y si lo hago mal? ¿Y si en lugar de ayudarme, me hago daño?
Es normal tener miedo. Por eso aquí compartimos algunos errores frecuentes (y cómo evitarlos sin culpa):
• Empezar antes de tiempo, por prisa o por presión.
• Imitar vídeos de redes, sin saber si eso es lo que tu cuerpo necesita.
• Forzar la apnea o hacer el ejercicio como un abdominal clásico.
• Pensar que los hipopresivos son la única solución.
Lo mejor es acompañar este tipo de ejercicios con buena alimentación, descanso, contacto con tu bebé, ejercicios suaves, disciplinas como el pilates (en su momento), movimiento suave… y mucha amabilidad contigo misma.
Dudas comunes sobre hipopresivos postparto (resueltas con calma)
¿Puedo hacerlos si doy el pecho?
Sí. No hay contraindicaciones entre lactancia y práctica de hipopresivos.
¿Y si tengo diástasis abdominal?
Son especialmente útiles. Pero mejor si están guiados por una fisioterapeuta que valore tu caso.
¿Cuándo se notan los resultados?
En pocas semanas puedes notar cambios en la postura y el control abdominal. No es cuestión de estética, sino de bienestar interno.
Recuperar tu cuerpo con hipopresivos postparto: sin prisa, sin culpa
Este artículo no es una invitación a empezar ya. Es una guía para que sepas que hay formas respetuosas de volver a tu centro. Para que reconozcas que tu cuerpo ha hecho algo inmenso… y que merece cuidado, presencia y tiempo.
Volver a ti no es volver a como eras antes. Es avanzar hacia una versión más consciente, más fuerte, más conectada contigo misma.
Y si los hipopresivos pueden ayudarte en ese camino, aquí estamos para acompañarte.
¿Y ahora?
Si estás buscando más ideas sobre movimiento respetuoso en esta etapa, quizá te interese leer:
🔗 Ejercicios postparto: cuándo empezar, tipos y consejos
🔗 Pilates postparto: beneficios y cómo empezar de forma segura
Y si necesitas que alguien te diga esto con cariño: lo estás haciendo bien. Incluso cuando dudas, incluso cuando estás agotada. Lo estás haciendo bien.
