Depresión posparto: síntomas, duración y cuándo pedir ayuda

Ilustración pop art de una mujer llorando, simbolizando la tristeza y el impacto emocional de la depresión posparto
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Has dado a luz, tienes a tu bebé contigo… y sin embargo algo no encaja. No es que no lo quieras. Es que no puedes disfrutarlo. Te sientes apagada, desbordada, triste o incluso desconectada. Y esa sensación no se va con el paso de los días.

Tal vez alguien de tu entorno ya lo ha mencionado: “podría ser depresión posparto”.
Y entonces llegas aquí. Buscando respuestas. Buscando alivio.

La depresión posparto es mucho más común de lo que solemos imaginar, y no tiene nada que ver con ser una “buena” o “mala” madre. Es una experiencia que tiene explicación, tratamiento y salida.

En este artículo, te contamos cómo reconocerla, qué puedes hacer mientras tanto y cuándo pedir ayuda profesional.

¿Qué es la depresión posparto?

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La depresión posparto es una experiencia emocional compleja que puede aparecer en las semanas o meses siguientes al parto. A diferencia del baby blues (o tristeza postparto), que es pasajero, la depresión persiste, interfiere en el día a día y necesita atención profesional.

Tras analizar más de 565 estudios en 80 países, un grupo de investigadores  (Translational Psychiatry, 2021) encontró que la depresión posparto afecta al 17,22 % de las mujeres. Este dato confirma algo fundamental: no se trata de una rareza ni de una debilidad individual, sino de una realidad común que necesita atención, escucha y cuidado especializado.

En España, un informe del Consejo General de la Psicología publicado en la revista Clínica y Salud en 2023 estima que entre el 10 y el 20 % de las mujeres pueden experimentar depresión posparto, siendo más frecuente en contextos de vulnerabilidad psicosocial.

No es culpa tuya. No eres débil. Estás pasando por algo difícil, y tiene nombre, explicación y tratamiento.

Infografía con señales emocionales que podrían indicar depresión posparto, en tono empático y claro.

Síntomas de la depresión posparto

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La depresión posparto no se manifiesta igual en todas las mujeres, pero hay señales que pueden ayudarte a identificarla. Algunas se parecen al cansancio habitual del posparto. Otras van más allá y se mantienen en el tiempo. Aquí te contamos los síntomas más frecuentes:

Llanto fácil
Lágrimas que aparecen sin motivo claro, a veces a diario. No es tristeza por una razón concreta: es un desbordamiento emocional constante.

Cambios de humor repentinos
Una especie de montaña rusa emocional: puedes pasar de la calma al enfado o a la angustia en cuestión de minutos.

Irritabilidad
Todo te molesta más de lo habitual, incluso cosas pequeñas que antes pasaban desapercibidas.

Sensación de estar abrumada
Como si no pudieras con todo, aunque estés acompañada o recibiendo ayuda. El día se hace cuesta arriba desde que comienza.
Según la Mayo Clinic, sentirse abrumada es uno de los síntomas comunes de la depresión posparto, junto con la ansiedad, la irritabilidad o la dificultad para dormir.

Ansiedad o preocupación excesiva
Nerviosismo, pensamientos que no se detienen, sensación de alerta constante… incluso sin saber exactamente por qué.

Dificultad para concentrarte
Te cuesta seguir una conversación, tomar decisiones o incluso recordar cosas sencillas. Tu mente está como nublada.

Problemas para dormir
Incluso cuando el bebé sí duerme, tú no puedes. Te despiertas con sobresaltos o no logras conciliar el sueño.

Estos síntomas pueden aparecer de forma aislada o combinarse. Lo importante no es tanto “tenerlos todos”, sino reconocer si están afectando tu bienestar, tu descanso y tu vínculo con el bebé.

¿Cuánto dura la depresión posparto?

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Esta es una de las preguntas más frecuentes… y más difíciles de responder de forma única. Porque no hay un cronómetro. No hay un “día exacto” en el que todo se pasa. Pero sí hay algo que podemos decir con certeza: no dura para siempre.

En muchas mujeres, los síntomas aparecen en las primeras semanas tras el parto. En otras, se retrasan y emergen al cabo de dos o tres meses. Y su duración también varía: puede resolverse en pocas semanas o mantenerse durante meses si no se aborda a tiempo.

Según el Manual MSD, la depresión posparto puede empezar entre las 2 y 8 semanas tras el parto, aunque a veces surge más tarde.

Lo más importante es saber que con apoyo profesional, acompañamiento emocional y —en algunos casos— tratamiento psicológico o farmacológico, la mayoría de las mujeres mejora notablemente. Recuperarse lleva tiempo, sí. Pero se puede. Y muchas veces, solo necesitas que alguien te tienda la mano en el momento adecuado.

Infografía informativa sobre los síntomas más frecuentes de la depresión posparto en mujeres tras dar a luz.

¿Cuándo pedir ayuda?

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Hay un punto en el que la tristeza, la inseguridad o el cansancio del posparto dejan de ser pasajeros… y se convierten en una carga diaria. Si han pasado más de dos semanas desde que diste a luz y te sientes cada vez peor, es momento de hablarlo con una profesional.

Pide ayuda si:

•     Sigues triste, irritable o desconectada la mayor parte del día.

•     No puedes disfrutar de tu bebé… ni de casi nada.

•     Tienes pensamientos recurrentes de culpa, vergüenza o sensación de fracaso.

•     Te cuesta funcionar: dormir, comer, cuidarte o vincularte.

•     Aparecen ideas intrusivas que te inquietan o te asustan.

Esto no significa que algo esté mal contigo. Tampoco implica que no seas capaz de cuidar a tu bebé. Significa que estás atravesando un momento difícil, y mereces ser escuchada, sin juicio y con comprensión.

En España, puedes hablar con tu ginecóloga, tu médica de familia o tu matrona, o acudir directamente a una psicóloga especializada en salud mental perinatal. Según el informe de consenso del Consejo General de la Psicología, los profesionales de Atención Primaria y matronas deben desempeñar un papel clave en la detección precoz, derivación y acompañamiento de estos casos.

Hay recursos disponibles tanto en el sistema público como en el ámbito privado, y también asociaciones específicas que ofrecen orientación gratuita.

Y si todavía estás en casa tras el parto, no esperes a la revisión de las seis semanas. Si tú (o alguien cercano) nota señales de sufrimiento intenso, habla antes. Tu salud mental también es parte del posparto. Cuidarla no es un lujo: es una necesidad.

¿Qué puedes hacer para ayudarte?

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Mientras tu cuerpo se recupera y tus emociones se reordenan, puedes apoyarte en algunas acciones sencillas que no lo resuelven todo, pero que pueden darte aire, pausa y contención.

No son recetas mágicas. Son pequeños gestos que sostienen.

Descansa cuando puedas
Dormir no es un lujo: es una necesidad biológica. Y aunque sea a ratos, todo lo que sumes cuenta. Si alguien puede ayudarte, acepta el relevo. No necesitas demostrar nada.

Habla
Con tu pareja, con una amiga, con alguien que no juzgue ni te dé consejos exprés. Decir en voz alta “no estoy bien” es muchas veces el primer paso para empezar a estar mejor.

Acepta ayuda
No, no “te hace más fuerte” hacerlo todo tú sola. Delegar, pedir ayuda o decir “no puedo más” es, de hecho, un signo de inteligencia emocional.

Trátate con la misma ternura con la que hablas a tu bebé
A veces te hablarás mal. Te dirás que no estás haciendo lo suficiente. Pero intenta parar. Respira. Cuida tu diálogo interno. Estás haciendo algo inmenso. Date crédito.

Filtra lo que consumes
No te compares con madres que no conoces. Las redes sociales no muestran lo que pasa a las tres de la mañana. Si algo te hace sentir peor, no es contenido: es ruido.

Preguntas frecuentes sobre la depresión posparto

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¿Qué es la depresión posparto?
Es un trastorno del estado de ánimo que puede aparecer en las semanas o meses posteriores al parto. Va más allá del cansancio o la tristeza habitual, y requiere atención profesional.

¿Cuánto tiempo dura la depresión posparto?
Varía según cada mujer. Puede resolverse en semanas con el tratamiento adecuado, o mantenerse durante meses si no se aborda a tiempo. No es permanente y tiene solución.

¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Llanto frecuente, tristeza persistente, irritabilidad, ansiedad, problemas de sueño, dificultades para disfrutar del bebé y sensación de estar abrumada.

¿Cuándo debo pedir ayuda?
Si han pasado más de dos semanas desde el parto y los síntomas no mejoran, o si interfieren en tu bienestar diario, es momento de hablarlo con una profesional de salud.

¿A quién puedo acudir en España?
Puedes hablar con tu ginecóloga, matrona, médica de familia o acudir directamente a una psicóloga especializada en salud perinatal. Hay atención en el sistema público y también en entidades privadas o asociaciones.

Cerrar el círculo: pedir ayuda es el principio de la salida

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Pedir ayuda no es rendirse. Es el primer paso para salir del túnel. La atención profesional —desde una psicóloga, una psiquiatra o una médica de familia con experiencia en salud mental perinatal— es clave no solo para poner nombre a lo que te pasa, sino para acompañarte en el tratamiento adecuado y ayudarte a recuperar el bienestar, el vínculo y la posibilidad de disfrutar de la maternidad.

Con apoyo, información clara y tiempo, es posible reencontrarte contigo misma, sentirte más segura y vivir la crianza desde un lugar más amable. No estás sola. Y no tienes que seguir sintiéndote así.

Autor

Francisco A. Carrera S.

Persona | Experto en Comunicación y Divulgación de la Ciencia (UAM) | Embriólogo Clínico certificado (ASEBIR) | Máster en Biología de la Reproducción Humana (IVIC) | Licenciado en Bioanálisis (UCV).

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