Preparación del semen y selección de espermatozoides para FIV

La fecundación in vitro, o FIV para los amigos, ha sido una auténtica revolución en el mundo de la reproducción asistida, permitiendo que muchas parejas con problemas de fertilidad encuentren una oportunidad de concebir.

Este proceso es altamente técnico y especializado, y gran parte de la información que se da en las consultas está enfocada en los ovarios, los óvulos y el endometrio. Sin embargo, hay una parte fundamental que pocas veces se menciona: la preparación del semen para FIV.

Una especie de gymkana en la que los espermatozoides deben superar pruebas mínimas antes de enfrentar su importante misión. Como en cualquier desafío de alto nivel, solo los mejores se ganan el derecho a intentar la fertilización, asegurando así las mayores probabilidades de éxito

Y es que la calidad del espermatozoide juega un papel crucial en el éxito de la fecundación in vitro (FIV), especialmente en técnicas como la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), donde la elección de un único “afortunado” hace toda la diferencia.

Aquí te cuento, de manera sencilla y paso a paso en qué consiste la preparación del semen para FIV. Así que ponte cómodo, relájate y descubre cómo los pequeños nadadores se alistan para su gran aventura.

Una vez que se ha decidido el método de fecundación (FIV o ICSI), el siguiente paso es la preparación del semen, un proceso que incluye técnicas avanzadas de filtrado y selección para asegurar que solo los espermatozoides de mayor calidad participen en la fertilización. Este paso es esencial para maximizar las probabilidades de éxito y evitar posibles problemas en el desarrollo embrionario.

Es importante mencionar que la muestra de semen puede utilizarse en fresco o congelada. En el caso de muestras congeladas, la preparación y selección de espermatozoides sigue los mismos principios que con una muestra fresca, aunque existe un paso adicional: la descongelación.

La congelación y posterior descongelación de la muestra no afectan la integridad de los espermatozoides de alta calidad, ya que este proceso está diseñado para preservar su funcionalidad. Sin embargo, las muestras frescas a menudo se prefieren en algunos centros de reproducción, ya que eliminan el riesgo de pérdida de calidad durante la congelación.

Ya sea que la muestra esté en fresco o haya sido congelada, los especialistas aplican diversos métodos básicos y avanzados para garantizar que solo los espermatozoides más fuertes y con menor fragmentación de ADN participen en el proceso de fecundación. A continuación, se presentan las principales técnicas de preparación:

Gradientes de Densidad: Este método es ampliamente utilizado tanto en FIV convencional como en ICSI. En los gradientes de densidad, el semen se coloca en tubos con varias capas de líquidos de distinta densidad y luego se somete a un proceso de centrifugación.

Al girar a alta velocidad, los espermatozoides se separan en función de su densidad y movilidad: los espermatozoides más sanos y móviles se concentran en la capa inferior, mientras que los de menor calidad quedan en las capas superiores. Tras la centrifugación, solo los espermatozoides de la capa inferior son seleccionados para el procedimiento de fecundación.

Swim-Up: Este método es una técnica directa de selección en la que los espermatozoides deben «nadar» hacia una capa superior de medio de cultivo. Tras colocar el semen en un tubo, se agrega cuidadosamente una capa de medio de cultivo en la parte superior y luego se deja reposar.

Solo los espermatozoides más activos y con mayor movilidad logran nadar hasta esta capa superior, garantizando que solo los mejores y más vigorosos se utilicen para la fertilización. Este método es particularmente útil en FIV convencional y en algunos casos de ICSI, donde se busca seleccionar los espermatozoides más móviles de forma natural.

Estas técnicas de selección permiten un proceso riguroso de preparación del semen, garantizando que solo los espermatozoides de mejor calidad se utilicen en el procedimiento de FIV o ICSI. Con estos métodos, la probabilidad de obtener embriones saludables y mejorar las tasas de éxito del tratamiento aumenta significativamente.

En ciertos casos, especialmente cuando se requiere una precisión superior debido a problemas como la fragmentación del ADN, se utilizan métodos avanzados de selección para optimizar la calidad del esperma. Estos métodos son particularmente efectivos en combinación con ICSI y permiten una selección minuciosa de los mejores espermatozoides:

• MACS (Magnetic Activated Cell Sorting): En casos de alta fragmentación de ADN espermático, el MACS actúa como un filtro magnético. Esta técnica utiliza un campo magnético para separar los espermatozoides sanos de aquellos dañados.

En términos prácticos, el MACS elimina la “basurilla” y deja solo los mejores. Esta opción es común en combinación con ICSI y mejora significativamente las probabilidades de éxito en hombres con problemas de fragmentación espermática.

• Tecnología de Microfluidos (Fertile Chip, Sperm Chip, Zymo): La tecnología de microfluidos es otra categoría avanzada de selección de espermatozoides que ha ganado popularidad en reproducción asistida. Utilizando dispositivos como el Fertile Chip, Sperm Chip o Zymo, esta técnica imita las condiciones del tracto reproductivo femenino.

Los espermatozoides deben atravesar una serie de canales que representan obstáculos naturales, de manera que solo los más fuertes y con mejor integridad genética logran completar el recorrido. Esto permite seleccionar espermatozoides de alta calidad, aumentando las posibilidades de éxito en ICSI de forma natural y menos invasiva en comparación con otros métodos avanzados.

• PICSI (Physiological Intracytoplasmic Sperm Injection): En el PICSI, los espermatozoides son seleccionados en función de su capacidad para unirse al ácido hialurónico, una sustancia naturalmente presente en el entorno del óvulo.

Es como si cada espermatozoide tuviera que presentar una “identificación” de madurez: los que logran unirse a esta sustancia suelen ser más maduros y con menos daño en el ADN, lo que mejora las tasas de éxito en la fecundación.

• IMSI (Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides Seleccionados Morfológicamente): El IMSI utiliza un microscopio de muy alta resolución para observar los detalles morfológicos de cada espermatozoide antes de seleccionarlo.

Esto permite a los embriólogos elegir solo aquellos espermatozoides con la mejor estructura y descartar los que presentan anomalías, como si de una inspección de joyas se tratara, en la que solo se eligen las “piedras” más perfectas. Este método es especialmente útil en casos de infertilidad masculina severa.

Estos métodos avanzados y básicos de selección y capacitación permiten una preparación exhaustiva del semen para maximizar las probabilidades de éxito en la fecundación in vitro.

Todo este proceso de selección y preparación del semen puede durar entre 1 y 2 horas, dependiendo de la calidad inicial del semen y del método seleccionado. Los espermatozoides elegidos están listos para la fecundación o para ser congelados en caso de necesitarse en futuros ciclos.

En algunos casos, el tratamiento de FIV requiere el uso de semen de donante, especialmente cuando la calidad espermática del varón es extremadamente baja o cuando hay riesgo de transmitir enfermedades genéticas.

En España, la donación de semen es anónima y regulada por ley, lo cual garantiza la seguridad y privacidad de donantes y receptores.

Las muestras de donante también pasan por los mismos rigurosos procesos de selección y preparación para garantizar que se utilizan los espermatozoides de la mejor calidad.

Sabemos que este proceso puede parecer abrumador, lleno de detalles técnicos y, a veces, agotador. Sin embargo, cada paso, técnica y avance científico está diseñado para aumentar tus posibilidades de éxito.

La ciencia actual está de tu lado, ofreciendo herramientas de precisión que, con el apoyo de profesionales cualificados, están cada vez más cerca de cumplir tu sueño de formar una familia.

Recuerda, la preparación del semen es solo una de las muchas piezas en el rompecabezas de la FIV. Consulta con tu especialista para entender cuál de estas opciones es la más adecuada para tu caso y ten en mente que, aunque este camino requiere paciencia, cada paso te acerca más a tu objetivo.